5 consejos para tener la piel sana y bonita en invierno

Cuando las temperaturas bajan no basta con hidratarnos más. Ajustar tu rutina de belleza te ayudará a proteger la piel hasta que llegue el verano. Te presentamos una guía sencilla para cuidar la piel en invierno

 El invierno ya está llegando, por lo que es inevitable que hagamos un cambio de rutina facial adecuado a la estación igual que hacemos el cambio de armario: las capas no solo son para la ropa, sino también para la belleza.
Las temperaturas más bajas implican una mayor exposición a los efectos secantes de la calefacción, por no hablar de los vendavales que nos escaman la piel o los poros llenos de grasa por falta de exfoliación.

Hoy te traemos 5 maneras de ajustar tu rutina facial para el invierno (así te asegurarás de tener la piel estupenda cuando llegue el verano, aunque todavia falta un poquito).

1. Cambia de limpiador

No es de extrañar que tengamos que cambiar de productos limpiadores cuando llega un tiempo más seco y hostil. El rostro puede acusar la deshidratación por la calefacción central y los limpiadores espumosos a veces son demasiado agresivos para la epidermis. 

2. No dejes de exfoliarte
No es de extrañar que tengamos que cambiar de productos limpiadores cuando llega un n Normalmente, en verano nos exfoliamos más. Hace calor, sudamos y la piel tiende a congestionarse, por lo que muchas incluyen este paso en su rutina diaria. Pero en Invierno tambien es necesario. lo mejor es espaciar, reducir su frecuencia un poco en invierno, porque tampoco nos queremos pasar cuando la piel está sensible. Es importante eliminar las células muertas para que los productos penetren mejor por los poros.

3. Protegete de los rayos UVB

Si bien sabemos que los rayos UVB (penetran en la piel y causan daño) son más fuertes en el verano esto no significa que no estén afectandonos todo el año. Además en esta època solemos realizarnos tratamientos faciales de renovaciòn celular, despigmentantes, dermapen, etc Por lo que continuar usando una protección alta, como las cremas que llevan al menos un SPF 30. es fundamental para lucir los resultados esperados y no alterar los tratamientos.

4. Mascarillas y más mascarillas

Con la llegada del frío, la piel está sedienta, deshidratada e irritada porque los niveles de humedad ambiental bajan, por lo que los niveles de agua en el aire (y en la epidermis). Eso significa que a los nutrientes les cuesta más penetrar en la piel, que está tirante, seca y puede presentar descamación.
Las mascarillas con más ácido hialurónico y antioxidantes son las mejores.
Los ingredientes activos naturales pueden irle mejor a una piel seca o si quieres evitar sustancias químicas en el rostro.

Si hay algo que necesitamos cambiar en nuestra rutina con el paso del verano al invierno serán precisamente los productos hidratantes, que podemos mezclar para añadir variaciones y darle a la piel lo que nos pide.

Incorporar un sérum hidratante a tu rutina de mañana y de noche es muy efectivo